martes, 30 de marzo de 2010

Hojas en blanco.


El tren cerró sus puertas, se escucho un fuerte soplido acompañado de un espeso humo gris,el tren inició su marcha forzandome inconscientemente a emprender un viaje sin destino definido.

No sabia cuanto tiempo iba a estar en ese tren, pensé en intentar dormir e improvisar al despertar. Cerré los ojos, me acomodé en el asiento e intenté forzar mi sueño no pensando en nada pero las incognitas de mi próximo destino me imposibilitarón la labor.

Abrí mi bolsa y saqué un boligrafo, rebusqué un poco mas y encontré unas hojas en blanco, recordando una pelicula, decidí escribir en esas hojas lo que sería mi camino a partir de ese momento, apoyé el boli sobre el papel y millones de recuerdos e ideas volvieron a asaltarme, no tenia aún definidas ni mis prioridades, ni pretensiones a seguir a partir de ahí.

Volví a guardarlo en la bolsa, no sabia aún cuales serian mis posibilidades, dudé entre fijarme en ese momento mis objetivos independientemente de mis posibilidades, o, fijarlos una vez tenga unas posibilidades definidas tanto adquisitivas como personales.

Me decidí a sacar el boligrafo y las hojas por segunda vez, sin dudar empezé a escribir, a partir de ese momento seria yo quien decidiera mis posibilidades. Me quedaba todo el viaje para llenar esa lista, punto por punto mis objetivos y pretensiones quedaban plasmados en el papel, acabé anotando la última:

"Si todo esto ha sido un error, habré acertado".

lunes, 22 de marzo de 2010

El tren de las 3:10


Desde los oscuros railes de aquella estación, el ruido de las ruedas irrumpía cada vez mas fuerte en aquel sepulcral silencio que durante dos horas habia sido mi compañia, miré el reloj de la estación.

-"Las 2:50".

Veinte minutos faltaban para dejar atrás a quienes fueron amigos y familiares, la vida de las calles, el olor de sus bares, los murmullos de la gente, las farolas que fueron testigos mudos de mis excesos, jamás volverán a alumbrar mi camino de vuelta en la noche.

A cada momento el estruendo se escuchaba mas cerca, un chirrido indicaba que el tren, estaba ya frenando, una cegadora luz blanca iluminó la oscuridad de aquella estación, el estruendo cesó.

El viejo gigante de metal abrió sus puertas, inspiré fuertemente, me levanté de mi banco y colgué mi bolsa de mi hombro derecho, me detuve a mitad de camino unos segundos, volví a inspirar fuertemente intentando borrar de mi mente caulquier temor y con paso firme me dirigí hacia una de las puertas, tuve que contener el impulso de volver la cabeza para observar por última vez todo lo que dejaba atrás, inspiré de nuevo y entré, puse mi bolsa en la butaca de mi lado, me acomodé como pude en esos viejos asientos descosidos y cruze mis brazos.

Instintivamente miré a traves de la ventana a aquel hombre aún acostado en el último banco, como si mi mirada le llamase, levanto la cabeza y me miró, esbozó una tímida sonrisa y se volvió a acostar.

domingo, 21 de marzo de 2010

Suerte


Una hora ha pasado ya desde que ese pobre infeliz me dijo:

- "Suerte".

¿Que es la suerte?, ¿es buena o es mala?, ¿casualidad favorable?, ¿es indomable?,

¿es justa?,¿casualidad desfavorable?, simplemente, ¿azar?, ¿destino?.

Se podría decir que la suerte es una expresión para medir el destino en ciertas ocasiones.

Suerte... ¿es necesaria?, ¿se puede prescindir de ella?, ¿le confiamos nuestro destino?,

¿se espera?, ¿se busca?, ¿da la felicidad?, ¿me ha traido hasta aquí?.

-"Suerte".

No se como me lo dijo, ¿fue un "suerte" referido al resultado de mi destino?, ¿me deseo "suerte"?. Cada vez surgen mas preguntas.

Ese hombre no parece haberla tenido, ¿se cuestiono el todo esto?

El eco al andar de unos tacones, dentro de la estación, despista mi debate interno. La cajera que me vendió el billete salía al andén a hacer un pequeño descanso, de pie y junto a la puerta de acceso encendio un cigarro, sujetando en la misma mano un café humeante y el mechero.

Aquel hombre volvió a levantar la cabeza, y exclamó a la cajera:

-Que bien huele ese café.

-¿Le saco uno DonManuel?, le respondió ella.

"Suerte" pensé, aquel hombre estaba acostado en un banco arropado con 2 viejas mantas, sin embargo le invitan a café y le llaman DonManuel

sábado, 20 de marzo de 2010

Lo mas lejos posible


"Todo lo lejos que pueda, con estos 20 euros, por favor." Despues de estas palabras, la cajera tecleo en su ordenador durante 30 segundos, miró su pantalla unos 5 segundos más y pregunto: "¿Le parece suficientemente lejos..." En ese momento la interrumpí y le pedí que no me dijese el sitio, "Si es lo mas lejos que puede encontrar, cobreme el billete". Ahí iban mis últimos 20 euros, sobre el mostrador de contrachapado gris de aquella estación de tren.

Tras devolverme 1,10 me dio el billete y me deseo buen viaje, de camino al andén comprobé la hora de salida , guarde mi billete en el bolsillo de mi chaqueta y observe en el reloj de la estación que aun me aguardaban mas de 2 horas de espera, deje mi bolsa en el suelo apoyada en la pared, saqué el tabaco que me quedaba y pedí fuego a un hombre sentado en el último banco del andén, eran las 00:40 y mi tren no saldria hasta las 3:10.

Todo estaba en silencio, el hombre del último banco estaba acostado cubierto con 2 mantas, perdí mi mirada en los railes que salian desde la estación, aquí ya no me quedaba nada, es el momento de volver a empezar, saqué de mi bolsillo mi telefono móvil, lo sostuve en mi mano un momento y lo lanzé todo lo lejos que pude perdiendose en la oscuridad. Escuche una voz que me dijo: "¿En busca de una vida mejor?", aquel hombre todavia acostado levantó su mirada hacia mi, "No, solamente en busca de una vida" le respondí, volvió a bajar la mirada cerró los ojos y poco después dijo: "Suerte". Tomé asiento en el banco donde mi bolsa estaba apoyada y me dispuse a esperar mi tren.